Criar una familia es una de las experiencias más gratificantes de la vida y por lo tanto, ser diagnosticado con infertilidad puede ser un desafío difícil para un hombre. Aunque tradicionalmente se considera un problema de la mujer, la infertilidad también está muy extendida entre los hombres.
Según las estadísticas, aproximadamente el 10% de los hombres en los EE. UU. Sufren problemas de infertilidad. Cuando las parejas tienen dificultades para concebir, la infertilidad masculina contribuye al problema al menos la mitad de las veces, y el problema recae únicamente en el hombre en 1/3 de los casos.
Las causas comunes de infertilidad masculina incluyen trastornos hormonales, lesiones en los testículos, enfermedades, ciertos tipos de medicamentos o tratamientos, obstrucción ductal, agrandamiento de las venas en el escroto o eyaculación retrógrada. Estas condiciones pueden causar infertilidad masculina de forma temporal o permanente.
Puede que no haya signos evidentes de infertilidad masculina. La apariencia y la cantidad de espermatozoides eyaculados a menudo parecen normales y por lo general, se necesita una evaluación médica para diagnosticar la afección.
Un diagnóstico en profundidad incluirá un examen físico completo en busca de condiciones que puedan afectar la fertilidad, así como un análisis de esperma detallado para determinar la cantidad, forma, calidad y motilidad, viabilidad de los espermatozoides, análisis de semen, pruebas hormonales y pruebas genéticas.
La buena noticia es que la mayoría de los problemas de fertilidad se pueden tratar con éxito gracias a los rápidos avances en la tecnología reproductiva. Los hombres con recuentos de espermatozoides muy bajos tienen esperanza, gracias a tratamientos de alta tecnología como la inseminación intrauterina (IIU), la fertilización in vitro (FIV) y la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), que le dan al esperma un impulso para ingresar y fertilizar el huevo.
La edad también influye. La fertilidad masculina tiende a disminuir gradualmente con la edad, y si sospecha que puede ser infértil, es una buena idea consultar con su médico o un especialista en reproducción más temprano que tarde para mejorar sus posibilidades de un tratamiento exitoso.
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